El último fin de semana de julio nos fuimos a Moral de Sayago. En vista del número de coches y visitantes a la verbena, las fiestas resultaron un éxito. Había mucha juventud, que dirían nuestros mayores.
La orquesta se llamaba DELIRIO y tuvo continuamente a la gente bailando al son de cumbias, pasodobles, corridos mejicanos, rancheras y algún que otro potpurri. Pero como viene siendo habitual, a las 04:00 h. al coche para volver a casa. Parezco una nueva Cenicienta que en lugar de a las 00:00 le hayan dado permiso hasta las 05:00. Consecuencia de ello es que bailo mucho pasodoble y no llego nunca al rock que tanto me gusta cantar y bailar.
Para los próximos acontecimientos festivos prometo llevar la cámara y empezar a poner imágenes. Siguiente parada: Bermillo de Sayago el 5-6 de agosto.
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