domingo, 31 de julio de 2011

Moral de Sayago en fiestas

El último fin de semana de julio nos fuimos a Moral de Sayago. En vista del número de coches y visitantes a la verbena, las fiestas resultaron un éxito. Había mucha juventud, que dirían nuestros mayores.

La orquesta se llamaba DELIRIO y tuvo continuamente a la gente bailando al son de cumbias, pasodobles, corridos mejicanos, rancheras y algún que otro potpurri. Pero como viene siendo habitual, a las 04:00 h. al coche para volver a casa. Parezco una nueva Cenicienta que en lugar de a las 00:00 le hayan dado permiso hasta las 05:00. Consecuencia de ello es que bailo mucho pasodoble y no llego nunca al rock que tanto me gusta cantar y bailar.

Para los próximos acontecimientos festivos prometo llevar la cámara y empezar a poner imágenes. Siguiente parada: Bermillo de Sayago el 5-6 de agosto.

Comienzan las fiestas sayaguesas

El pasado sábado 23 de julio, tras un intento fustrado de ir a las fiestas de Fresnadillo, acabamos en las fiestas de Cibanal. No se había visto tanta gente en este pueblo desde hace muchos años. De hecho yo hacía más de 20 que no entraba al pueblo.

Pasamos algo de frío porque soplaba un aire helador, que no sé si llegaba del cercano embalse de Almendra, pero ese "fresco" nos animó a bailar para entrar en calor. La orquesta normal. Destacar que nos encontrábamos como en "casa", debido a la gran cantidad de conocidos que por allí vimos.

A las 04:00, en un descanso de la orquesta, volvimos a Trabanca, que sólo me quedaban 5 horas para dormir.

Fiestas

Leila se ha ido a hacer las Europas pero yo he vuelto a Trabanca. Y he decidido que el blog no muera, de hecho le voy a dar vida contando los pueblos que voy conociendo a través de sus fiestas de verano.

Las primeras fiestas del verano fueron las de San Juan en La Cabeza de Framontanos, un clásico. La primera noche fui una de las pocas forasteras que estuvo en la hoguera tomando con los lugareños unas perronillas. Luego otro clásico: tomar algo en el bar-museo de Juan y finalmente a la verbena. El trío que tocaba no era bueno pero consiguió que los mayores no dejasen de bailar con sus pasodobles. La siguiente noche hubo mucha más gente, el grupo era animado y consiguió que no dejásemos de bailar hasta las 05:00 de la mañana. La música y el alcohol, pues visitamos mucho la barra del bar, nos mantuvieron muy animados.

Mis siguientes fiestas patronales fueron en casa: las del Carmen en Trabanca. Actividades a lo largo del día como misa, vino de honor, juegos infantiles, partido de fútbol de solteros-casados, partido de pelota, concurso-degustación de sangría y, por la noche, discoteca móvil. Hubo mucho ambiente en el pueblo.

Pero esa misma noche acudí a Peñausende. Gran ambiente, gran orquesta, buena compañía, ... una pena volver a casa a las 04:00 h. porque había que trabajar a la mañana siguiente. Del pueblo sólo ví su imponente y caprichosa peña -donde se asienta un castillo- y dos de los bares del pueblo. Hay que volver de día para ver la iglesia, el rollo, etc.